CIUDAD DEL VATICANO – Cuando Jesús se llamó a sí mismo el “buen pastor”, estaba diciendo a la gente no sólo que era su guía, sino que eran importantes para él y “que piensa en cada uno de nosotros como el amor de su vida”, dijo el Papa Francisco.

“Pensemos en esto: yo para Cristo soy importante, Él piensa en mí, soy insustituible, valgo el precio infinito de su vida”, que entregó por la salvación de todos, dijo el Papa el 21 de abril antes de recitar la oración “Regina Coeli” con los visitantes en la Plaza de San Pedro.

Jesús no se limitó a decir algo bonito, dijo el Papa. Cada creyente debe reconocer que “Él dio realmente su vida por mí, murió y resucitó por mí. ¿Por qué? Porque me ama y encuentra en mí una belleza que yo a menudo no veo”.

Muchas personas se consideran inadecuadas o no merecedoras de amor, dijo. O creen que su valor proviene de lo que tienen o son capaces de hacer.

En la lectura del Evangelio del día, Jn 10,11-18, “Jesús nos dice que nosotros para Él valemos mucho y siempre”, dijo el Papa.

Para comprender y experimentar la verdad de esa afirmación, dijo el Papa Francisco, “lo primero que hay que hacer es situarnos en su presencia, dejarnos acoger y aliviar los por brazos amorosos de nuestro Buen Pastor”.

El Papa pidió a los presentes en la plaza que se plantearan si encuentran o sacan tiempo cada día “para abrazar la certeza que da valor a mi vida” y “encontrar un momento de oración, de adoración, de alabanza, para estar en presencia de Cristo y dejarme acariciar por Él”.

Ese tiempo en oración, dijo, recordará a la persona que “Él dio la vida por ti, por mí, por todos nosotros. Y que para Él somos todos importantes, todos y cada uno de nosotros”.

Después de recitar el “Regina Coeli”, el Papa Francisco dijo a la multitud que continúa siguiendo las tensiones en Israel, Palestina y en todo Oriente Medio “con preocupación y también con dolor”.

“Renuevo el llamamiento a no ceder a la lógica de las reivindicaciones y de la guerra; que prevalgan, en cambio, las vías del diálogo y de la diplomacia, que tanto puede hacer”, dijo. “Rezo cada día por la paz en Palestina y en Israel y espero que estos dos pueblos puedan pronto dejar de sufrir”.

También pidió a los católicos que sigan rezando por la paz en Ucrania y por las personas que sufren a causa de la guerra.